Cómo evitar la deshidratación

Dehydration

Muy pocos de nosotros pasamos por la vida sin estar deshidratados en algún momento. A veces, la deshidratación puede desestimarse como una irritación menor, pero de hecho es algo que merece toda nuestra atención y un tratamiento oportuno. La deshidratación se puede definir como la pérdida de contenido de agua y sales corporales esenciales (electrolitos) necesarios para el funcionamiento normal del cuerpo. Aprenda a reconocer y tratar los tres tipos básicos de deshidratación.

Deshidratación leve

La deshidratación leve se presenta cuando hay una pérdida de líquido del cuerpo del 5 %. En este momento, la deshidratación no es muy peligrosa y puede curarse fácilmente con rehidratación (es decir, bebiendo líquidos).

Deshidratación moderada

La deshidratación moderada se presenta cuando hay una pérdida de hasta un 10 % de fluidos corporales. Se deben tomar medidas inmediatas para la rehidratación. La persona debe descansar en una zona fresca y beber varios vasos de agua tibia con electrolitos. El cuerpo absorbe los líquidos tibios más rápidamente porque no tiene que ajustar la temperatura del líquido antes de que pueda ser absorbido a nivel celular.

Deshidratación grave

Cuando una persona pierde alrededor del 15 % de sus fluidos corporales, se considera que está gravemente deshidratada. Esto debe tratarse como una emergencia médica y puede requerir la hospitalización para lograr un equilibrio normal de electrolitos. Para permitir un diagnóstico rápido y fácil, estos son algunos de los síntomas más comunes de deshidratación que debe reconocer. Una persona que sufre de deshidratación mostrará los siguientes síntomas.

1. Boca seca con una membrana de mucosidad pegajosa
2. Disminución de la producción de orina
3. Ojos hundidos
4. Piel arrugada que puede carecer de elasticidad normal y volver a su posición lentamente cuando se aprieta haciendo un pliegue
5. Cansancio
6. Mareos, confusión y coma
7. Presión arterial baja
8. Sed intensa
9. Ritmo cardíaco y respiración más rápidos

Causas

Una de las principales causas de la deshidratación es la sobreexposición al sol. Los aficionados a las actividades al aire libre, o cualquiera que pase muchas horas al sol o en lugares de altas temperaturas, corren el riesgo de deshidratarse. Los recién nacidos y las personas mayores de 60 años son especialmente susceptibles a la deshidratación, pero cualquiera puede sufrirla.

Manténgase hidratado

1. Siempre beba muchos líquidos, sobre todo cuando esté expuesto al sol.
2. Controle cuidadosamente la ingesta y secreción de líquidos. El cuerpo humano nunca debe perder más líquidos de los que ingiere.
3. Trate de programar todas las actividades físicas al aire libre para las horas más frescas del día.
4. Prepárese y llévese abundante líquido cuando salga de excursión.
5. Lleve sales de rehidratación como Emergen-C, Gatorade, Pedialyte o bebidas deportivas.
6. Evite las bebidas con cafeína y carbonatadas.